Esta serie de trabajos pretende ver la belleza del cuerpo masculino desde un punto de vista femenino. Habiendo visto miles de desnudos femeninos en museos y en la vida cotidiana, me preguntaba por qué nosotras (las mujeres) no miramos a los hombres, o si los miramos porqué existen tan pocas representaciones artisticas de esa mirada. Como no puedo responder por todas las mujeres del mundo, comencé el ejercicio de mirar y representar mis sujetos de deseo, lo que me gusta, lo que disfruto mirar. Elegí hacer esta imagen en punto de cruz con el doble propósito de repensar los estereotipos sobre el bordado y las artes textiles como una técnica fácil y sencilla, y llevarlo a un nivel de complejidad que permita al espectador ver nuevas posibilidades en el bordado, y también forzar al espectador a repensar lo que históricamente se ha considerado como feminidad, lo que deberia ser una mirada femenina y un trabajo femenino.